viernes, 19 de julio de 2013

LO PENSE EN LA SEMANA









LO PENSE EN LA SEMANA


El transito humano por el mundo es sin lugar a dudas  una corrección constante de errores y superación de estados espirituales ya alcanzados. La anterior afirmación es tan cierta que encontramos dos grupos: Sabios,  gente rica, sana, alegre, de progreso,  gente que ayuda al prójimo sin esperar nada a cambio, también encontramos,  gente pobre, enferma, lastimados, sin horizonte. En los dos grupos vibra sin freno el deseo de superar el estado en que se encuentren ya sea material o espiritual y lo hacen desde su propia perspectiva de vida. Individualmente es necesario analizar si algún grupo religioso, político, cívico, de ayuda a la comunidad etc, aprovecha el deseo de superar metas alcanzadas o no alcanzadas para esclavizarnos con sus doctrinas, mensajes subliminales, mensajes  amenazadores de destrucción si no aceptamos sus prédicas. Existe una especie de energía que une el pensamiento de todos los miembros de un grupo en uno solo, el cual es administrado hábilmente por el líder, limitando nuestra capacidad de crecimiento intelectual solo permitiendo crecer en los porcentajes que el líder o líderes del grupo acepten. Para pertenecer a estos grupos(religiones, grupos de oración, sectas religiosas etc.) nos piden renunciar casi a todo y nos ofrecen este mundo y el otro que nos llegara con seguridad en el futuro, solo debemos pedir, pedir, pedir, con el peligro que nuestro presente quede comprometido con el pensamiento del grupo, desarrollándonos la idea que  todo está conseguido pero lo disfrutaremos en el futuro negándonos por lo tanto escudriñar en el inmenso universo del conocimiento espiritual impidiéndonos ser lo que somos seres de luz, DIOSES. La Biblia en Génesis 1 versículos 26 y 27 lo afirma de forma absoluta. Otro gran peligro al que nos exponemos buscando soluciones fuera de nosotros, son las fronteras que se marcan y definen el grupo, todo lo que este fuera de las fronteras del grupo no sirve es maligno, daña el futuro soñado. Esas gentes no merecen nuestra consideración grita a todo momento el líder.

Invito a todo el que lea estas líneas a reconsiderar su parte  interna, examinar su Divinidad, llamar, esperar su respuesta, ser responsables de todo lo que nos pasa, los únicos responsables de lo bueno o malo que nos suceda somos nosotros, de esta realidad se desprende la gratitud, debemos agradecer al Altísimo por lo bueno y por lo malo. Y finalmente una reflexión. Por cada suceso ocurrido debemos decirle al Altísimo, gracias, gracias, gracias, independiente de lo que nos esté ocurriendo y preguntarle a nuestro ser interior para que se creo esto, que me enseña o que me evita y no porque me sucede esto o aquello.



Alguien hizo la siguiente analogía para explicar la afirmación que somos dioses, seres divinos

Dios es el mar, nosotros una gota de ese mar, luego no somos el Dios absoluto pero si contenemos todas las propiedades de Dios, como las contiene una gota de ese mar.

Julio 20/13                                                           CARF    ZARP

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